Enterramos la semilla en la tierra.
Ponemos cartelitos: judías y garbanzos.
Dejamos nuestras macetas en un lugar que les de la luz del sol y las regamos:
Pasados unos días, ¡qué emocionante!¡ha nacido una nueva planta!
Día a día, hemos observado muy bien cómo crecen los tallos y las hojas.
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